2. EGIPTO Y MESOPOTAMIA. INICIARSE EN LA ARQUITECTURA
INICIARSE EN LA ARQUITECTURA /2.
EGIPTO Y MESOPOTAMIA
EGIPTO Y MESOPOTAMIA
Después
de una introducción en un artículo anterior, inicio este primer capítulo con la
incursión por las manifestaciones arquitectónicas de las primeras civilizaciones.
Para ello vamos a centrarnos en Egipto, Mesopotamia y Persia (3.000-500 a.C.,
aproximadamente) . Se recuerda que el propósito de estos artículos,
como anunciaba en la introducción, no pretende ser una explicación profunda
sobre la arquitectura ni mucho menos, sino un simple análisis -bajo el prisma de un arquitecto- de aquellos aspectos puntuales
más importantes que nos faciliten su comprensión más allá de la simple
impresión visual que nos pueda producir una imagen fotográfica o, sobre todo,
una visita personal donde poder apreciar y disfrutar muchos de los detalles del
edificio en cuestión. Todo ello dirigido a aquellos que no hayan tenido la oportunidad de adentrarse por las interioridades del maravilloso mundo de la historia de la arquitectura.
CONTEXTO HISTÓRICO
CONTEXTO HISTÓRICO
Para
poder introducirnos en el tema, es vital considerar el contexto histórico en el
que se desarrolla esta arquitectura. Estamos hablando de las primeras
civilizaciones lo cual significa que queda atrás la Prehistoria e iniciamos la primera
época de la Historia propiamente dicha. Es decir: la Historia Antigua, que durará hasta la caída
del imperio romano, en el año 476 d.C. En todos los casos que vamos a analizar
se trata de culturas teocráticas, en las que la figura del líder (rey, faraón…)
se asimila en grado máximo a la deidad llegando a confundirse en algunos casos.
Es muy importante centrarse en que se trata de civilizaciones con un profundo
desconocimiento sobre el origen y el porqué de los fenómenos naturales a los
que su vida se encuentra completamente condicionada. Los conceptos de la vida y
la muerte tienen un significado muy diferente a los de nuestra época; el paso
de la luz del día a las tinieblas de la noche; los astros como el sol, la luna,
las estrellas; los fenómenos como la lluvia, la nieve, el viento, el
rayo, los terremotos, etc. Todos esos conceptos que hoy en día tenemos
totalmente controlados para ellos suponían un misterio del que dependía su vida
cotidiana. Es por ello que eran elevados a la categoría de deidad asumiendo que
estaban bajo su poder y que debían evitar provocarles ofreciéndoles actos de
desagravio y pleitesía.
LA ARQUITECTURA
Pues
bien: todo ello se manifiesta en sus primeras edificaciones, dedicadas sobre
todo a facilitar el tránsito al más allá habilitando edificaciones ad hoc, así
como crear espacios donde ubicar a sus dioses. Por ello las principales manifestaciones arquitectónicas que con
carácter común aparecen en estas culturas son los monumentos sepulcrales y los templos
en los que predomina la masa y el volumen sobre el vacío y con un acusado
carácter de monumentalidad. Para ello mas que edificios con un espacio habitable se trataba de imitar a la naturaleza
creando una especie de montañas artificiales horadadas simplemente mediante
galerías interiores o a modo de pedestal para ubicar el templo en lo más alto, en un intento simbólico de acercarlo a la divinidad . Posteriormente se fueron incorporando los palacios para albergar a los reyes como
máximo representante de la deidad en la tierra.
Insisto; cuando se visita alguno de estos monumentos, si de verdad queremos impregnarnos de su significado, y como primera medida, es imprescindible despojarnos de nuestra mentalidad forjada en civilización actual e intentar sustituirla por la que la de aquella época. A partir de ahí nos resultará mucho más fácil entender su arquitectura. Para ello, y recordando el carácter sintético de estos artículos, vamos a reflejar puntualmente aquellos aspectos más significativos a los que atender a la hora de enfrentarnos a estas edificaciones.
EGIPTO.
Insisto; cuando se visita alguno de estos monumentos, si de verdad queremos impregnarnos de su significado, y como primera medida, es imprescindible despojarnos de nuestra mentalidad forjada en civilización actual e intentar sustituirla por la que la de aquella época. A partir de ahí nos resultará mucho más fácil entender su arquitectura. Para ello, y recordando el carácter sintético de estos artículos, vamos a reflejar puntualmente aquellos aspectos más significativos a los que atender a la hora de enfrentarnos a estas edificaciones.
EGIPTO.
o
El río Nilo, a lo largo del cual se
desarrolla esta civilización, es su fuente de vida y, en buena parte, supone la
inspiración para su religión y su arte. Todo ello se advierte en la utilización decorativa o simbólica de los animales o plantas que proliferan por sus orillas, como el loto y el papiro. Incluso el aprovechamiento del barro ocasionado por las crecidas para su utilización como adobe, etc.
o
La vida de ultratumba adquiere una
importancia vital, asumiendo que ella depende de la conservación del cuerpo. De
ahí la aparición en las primeras épocas de los sepulcros denominados mastabas que posteriormente, mediante su superposición repetitiva,
dieron origen a las primitivas pirámides cuyo perfeccionamiento
técnico posterior concluyó con las pirámides que hoy en día conocemos.
o
La construcción de esas impresionantes
pirámides está formada por un revestimiento exterior de piedra y un relleno
interior solamente interrumpido por las galerías que conducían a la cámara funeraria que albergaba al doble o ka –el faraón embalsamado- y los alimentos para su sustento. La
forma piramidal y su tamaño descomunal guardan relación simbólica con una
montaña artificial como un intento de aproximación del doble -la momia del faraón- a la deidad de la cual procede.
o El otro monumento representativo de la arquitectura
egipcia es el templo que, como se refleja en algunas inscripciones, es «la casa
de piedra eterna» para los dioses, padres de los faraones, siempre dentro de la
tremenda importancia que daban a la vida eterna. Como consecuencia de ello los
templos no se contemplan como edificios aislados sino que el recorrido hacia su
acceso se organiza a modo de una larga avenida a través de la cual se prepara
al visitante mediante una serie de estatuas de animales divinos a ambos lados, que continua
atravesando una sucesión de monumentos ordenados en torno a un eje, cada vez
más oscuros –el pilono, los obeliscos, una sala abierta (sala hipetra), una
sala de columnas cubierta (hipóstilo), la sala hipetra) y que predisponen el
ánimo de los fieles tanto se van acercando a sancta-santorum, donde se ubica la
deidad, con acceso exclusivo al faraón o a los sacerdotes.
Toda la edificación de los templos está
ejecutada mediante el sistema arquitrabado o adintelado que vimos en el
artículo anterior pero con columnas enormes, claramente excesivas de tamaño para
su función estructural, pero que colaboran a acrecentar el predominio del
macizo sobre los vanos acentuando el carácter de reposo eterno de esta
arquitectura. Las propias columnas incluyen en sus capiteles y su decoración
elementos vinculados al Nilo –flores de loto y de papiro- y animales con
simbología sagrada, así como los jeroglíficos, estos últimos también sobre los
muros.
MESOPOTAMIA
o
Aunque los orígenes de la arquitectura
mesopotámica, ubicada entre los ríos Tigris y Eúfrates –en el entorno del Irak
actual- se sitúan en la época de los sumerios, en torno al 3000 a.C., realmente
sus manifestaciones más importantes se desarrollan en el periodo asirio y
neobabilónico, a partir del siglo XI y VI a.C. Posteriormente es Persia quien
continúa con la tradición arquitectónica pero con importantes cambios como
veremos.
o
Es muy importante señalar que entre los
recursos naturales con que se contaba en la zona escaseaba la piedra por lo que el material fundamental
era el barro que, mezclado con paja, amasado con agua, moldeado y secado al sol
daba lugar al adobe, material muy recurrente pero de escasa durabilidad por lo
que son muy pocos los restos que nos han llegado hasta nuestros días. Sí
después del moldeado se procedía a la cocción se obtenían los ladrillos, más
duraderos, a los que se les solía revestir en su cara exterior de un vidriado
que, aparte de su misión de protección se utilizaba profusamente como
decoración.
o
Esta escasez de piedra y de árboles de gran
tamaño, hace que no dispongan en un principio de los dinteles de la
arquitectura arquitrabada y es por ello que comienza a utilizarse tímidamente
la construcción abovedada, aunque de reducidas dimensiones.
o
En esta civilización la figura del monarca, a
pesar de ser considerado también hijo de los dioses, está contemplada más como rey-dominador
de otros pueblos a los que someter. Por ello su palacio adquiere un
protagonismo que no tenía en Egipto. Compuesto por patios, multitud de salones y dependencias de todo tipo, posteriormente servirá de referencia a los
palacios romanos, bizantinos y árabes.
o
El otro monumento importantísimo es el
templo, formado por varios patios en medio de los cuales sobresale el
denominado zigurat, especie de pirámide escalonada con una gran escalera en el frente de acceso y coronada con el templo propiamente dicho que a veces se encontraba ubicada dentro del recinto de los palacios. Su construcción se efectuaba mediante relleno de su interior con adobe
protegiendo el exterior mediante ladrillos vidriados.
Se diferencia de las egipcias en que no albergan
sepulcros sino que sirven para elevar simbólicamente el lugar de culto de sus
dioses protectores a modo de una especie de enorme pedestal. Pueden
considerarse como el origen de las futuras torres medievales, tanto en el mundo
cristiano como en el islámico.
o
En la época asiria la escultura que aparece
en los edificios, sobre todo en forma de relieve, adquiere su mayor esplendor
especialmente por su fuerza y la minuciosidad de sus detalles.
o Es curioso observar cómo, al contrario que en
Egipto, el sepulcro prescinde de cualquier monumentalidad, reduciéndose a
criptas bajo tierra, eso sí, acompañadas con profusión de obras de orfebrería.
PERSIA
o
En lo que hoy se conoce como Irán, y entre los
siglos VII y V se desarrolló en su día la
cultura persa, heredera de la tradición artística mesopotámica pero aportando importantes
novedades.
o
A este respecto hay que tener en cuenta que
su cultura es coetánea parcialmente con el periodo arcaico griego, -con los que
mantienen las famosas guerras médicas- y ello se hace sentir en algunos
aspectos de su arquitectura. Si a ello añadimos que, al contrario del desierto
mesopotámico, se trata de una, región muy montañosa, aportando la madera y
la piedra necesarios para la
construcción, todo ello implica que se trate de una arquitectura arquitrabada
donde la columna comienza a adquirir ya un protagonismo fundamental que continuará
posteriormente en los próximos siglos de la Época Antigua.
o
Se trata de una columna más esbelta que la de
los templos egipcios, muy elaborada, con fuste estriado acentuando su verticalidad, una base campaniforme
y capiteles formados por dos semicuerpos de animales, normalmente toros. Ello
hace que, al contrario que las arquitecturas predecesoras, comience a primar el
hueco sobre el macizo.
o
Los sepulcros, igual que en Mesopotamia,
carecen de monumentalidad.. Con alguna excepción, como la supuesta escultura del
rey Ciro –edificado sobre una enorme grada- los solían ubicar en
excavaciones en la roca donde la portada está compuesta por un pórtico ciego
con columnas adosadas.
Finalmente volver a insistir que todas estas explicaciones tienen como finalidad simplemente el ayudar un poco a comprender la génesis de esta arquitectura y que ya depende de cada uno el profundizar en aquellos aspectos en los que pueda sentirse interesado.
En el próximo capítulo analizaremos la arquitectura clásica griega, absolutamente decisiva en los siglos que le sucedieron hasta nuestros días.
Madrid,
febrero de 2015
Fuentes:
- Historia del Arte. El mundo antiguo. (Juan Antonio Ramírez y otros)
- Historia del Arte. (Diego Angulo Íñiguez)
- Historia antigua universal. Pilar Fernández Uriel)
- Ilustraciones de diversas webs.
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