6.- ARQUITECTURA PRERROMÁNICA. INICIARSE EN ARQUITECTURA.

INICIARSE EN LA ARQUITECTURA. /6 


PRERROMÁNICO

 Periodo desde la caída del Imperio Romano a la aparición del románico (476-1000 aprox.)

En la historia de la arquitectura, tanto el periodo romano como el posterior románico –en realidad éste tomo su nombre de aquél- ocupan un lugar preeminente. Pero a nivel popular no es muy habitual introducirse en la arquitectura del periodo intermedio –entre el 476, con la caída del Imperio, y el 1000, por fijar unas fechas de referencia- el cual configura la primera etapa de la Edad Media, denominada Alta Edad Media, precursora de la Plena Edad Media y Baja Edad Media posteriores. Y aunque ello pueda obedecer a que el nivel arquitectónico de dicho periodo queda oscurecido por el anterior y el posterior, su estudio es imprescindible para comprender el tránsito de una a otra arquitectura.

Para analizarlo vamos a diferenciar la arquitectura allende los pirineos de la que se desarrolló en España en ese periodo, ya que la invasión islámica que se produjo en la península durante esos siglos condicionó absolutamente -entre otras cosas- su arquitectura estableciendo sensibles diferencias con el resto de Europa. 

Prerrománico en Europa

La invasión de los pueblos bárbaros acabó de forma drástica con el Imperio Romano y con su desarrollada civilización, y específicamente en el ámbito de la arquitectura que es del que se ocupan estas líneas En su asentamiento en la Europa Occidental, los distintos pueblos bárbaros apenas disponían de una cultura propia arquitectónica y son muy pocos los vestigios que restan de sus edificaciones, construidas al margen de la tecnología y ordenación arquitectónica desarrolladas por los romanos. Como ejemplo de ello se encuentra el mausoleo del rey ostrogodo Teodorico, en Rávena, sobre 520 d.C. construcción que, aunque tiene una cierta influencia romana, no mantiene ningún paralelismo con las tipologías clásicas del Imperio pues adopta una forma muy personal, con planta circular, edificada en dos niveles y con una sorprendente cubierta realizada en una sola pieza de roca de 11 metros de diámetro 1.50 m de espesor medio y 300 tn. de peso. ¿Alguien podría explicar cómo es posible que en aquella época se pudiera elevar dicha mole a más de 15 metros de altura?

Mausoleo de Teodorico Rávena  (Italia) Siglo VI.
Prácticamente ya sin restos de la arquitectura romana.
Mausoleo de Teodorico. Plantas y secciones


 Ello es una muestra de la enorme inflación tecnológica que apareció con la caída del Imperio. Un arquitecto romano hubiera solucionado dicha cubierta con una simple cúpula, formada por dovelas, con muchísimo menos peso, a modo de lo que se hizo, por ejemplo, en el Panteón de Agripa, con una diámetro de 43 m., casi cuatro veces mayor, y a más de 40 metros de altura. Y todo ello... ¡400 años antes! (Ver capítulo 4-1 de esta serie). Aunque también es posible que hubiera sido una decisión del propio emperador para simbolizar la cubrición de un enorme sarcófago...


Comparación entre los tamaños del Mausoleo de Teodorico y el Panteón de Agripa.

Entre las pocas muestras de estas primeras arquitecturas medievales se encuentran las iglesias sajonas de Bradwell-on-Sea y Bradford-on-Avon, ambas británicas.


Bradford-on-Avon. Wiltshire (Inglaterra).
Del final ya del prerrománico (Siglos X/XI)


Bradwell-on-Sea. Essex (Inglaterra). Siglo VII
Aun restaurada, muestra una simple rusticidad
alejada de cualquier canon románico que le
precedió.



Es a partir de la llegada al poder de Carlomagno (reinado de 768-814) cuando se puede empezar a hablar de una arquitectura con una cierta personalidad, lo que se denomina de hecho la arquitectura carolingia. Así como Carlomagno pretendía erigirse en el sucesor del imperio, en lo que viene a denominarse el Primer Renacimiento, su arquitectura se nutre de tipologías y elementos romanos aunque de forma muy personal. El máximo ejemplo de ello es la Capilla Palatina de Aquisgrán. En ella ya se puede apreciar claramente una influencia romana al estar construida según la tipología de San Vital de Rávena. Su origen fue el de una iglesia palaciega que contenía la reliquia de un trozo de la capa de San Martín. Pero lo más importante arquitectónicamente es su planta organizada en torno a ocho columnas centrales y un exterior hexadecagonal (de 16 lados) discurriendo entre las dos zonas una área denominada deambulatorio que en los siglos venideros adquiriría una gran importancia en la configuración de las futuras catedrales románicas y sobre todo góticas. Es un ejemplo claro de  como la arquitectura prerrománica sirve de nexo entre la arquitectura romana y la románica posterior. A pesar de ello, es muy importante señalar que, técnicamente, nunca se consiguió ni siquiera igualar el nivel de la arquitectura romana, sobre todo al resolver las cubiertas mediante tejados soportados por estructura de madera –sistema arquitrabado mediante cerchas (ver capitulo 1 de esta serie)- en lugar  de cubiertas de piedra abovedadas, mucho más resistentes. Ese sería el paso tecnológico más importante que supondría la aparición del románico.


Conjunto del palacio de Carlomagno. Aquisgrán. (Alemania) Finales siglo VIII.
(Reproducción virtual del original)

Capilla de Aquisgrán, en la que se recupera la tipología del batisterio romano/paleocristiano de siglos atrás.




Cabe señalar que el elemento de conexión más significativo en todo ese periodo fue la expansión del cristianismo y, dentro de él, su edificación más representativa: los templos cristianos. Al alcanzar la religión cristiana una preponderancia tan importante a partir del final del Imperio y a lo largo de toda la Edad Media, las iglesias se transformaron en el referente principal para analizar la evolución arquitectónica en todo este periodo que arranca con las primeras basílicas paleocristianas (ver capítulo 5 de esta serie). A esto hay que añadir la aparición de los monasterios, edificaciones ocupadas por congregaciones religiosas que compaginaban un carácter residencial con otro religioso, tanto de culto como de meditación, dando lugar a una tipología arquitectónica que, con pequeñas variantes e incorporaciones, se fue repitiendo a lo largo de toda la Edad Media. Aunque se estudiarán más detenidamente en un próximo capítulo sobre el románico, podemos adelantar este plano de un monasterio -de valor incalculable pues es un dibujo coetáneo con esa época- que desarrollaba con detalle la distribución de estas edificaciones. Hay que tener en cuenta que en aquella época, e incluso en siglos venideros, los magister operis, (maestros de obra) trazaban la obra directamente sobre el terreno, sin plano alguno.

Plano del Monasterio de San Galo (Suiza). Datado en el 825, aproximadamente. De enorme importancia pues se trata del primer plano arquitectónico conocido
Siguiendo con Europa occidental, -en Europa oriental la arquitectura bizantina seguiría otros derroteros que analizaremos en otro capítulo- al imperio carolingio le siguió el periodo otoniano –correspondiente a la saga de los emperadores Oton- más focalizado en Centroeuropa, y ya al final del primer milenio. En él se puede apreciar claramente una primera aproximación a la arquitectura románica que le sucedería posteriormente. Aunque las iglesias mantenían la planta basilical descrita en el capítulo anterior, una aportación específica –que ya se inició en el periodo anterior carolingio- es la incorporación de lo que se denominó el wetswerk en las iglesias. Se trata de una configuración que influye en la fachada principal de las iglesias –fachada occidental o pies de la misma, opuesta a la cabecera- creando una especie de coro interior sobre la zona de acceso donde se ubicaba el lugar de privilegio de las autoridades para asistir al culto. Todo ello se completaba exteriormente mediante una fachada característica plana y de alto desarrollo, con sendas torres a los lados. Realmente este tipo de iglesias se pueden considerar como lo más aproximado al periodo románico que le sucederá.
Detalle exterior de un  Westwerk 



Planta, fachada e interior de la iglesia de Corvey (Alemania)




Hilseshein (Alemania). Interior. El románico posterior vendrá a enriquecer los muros laterales con arcadas y  tribunas y a resolver la cubierta mediante bóvedas de piedra. 

Iglesia de San Pantaleón en Colonia (Alemania), con el clásico Westwerk frontal.

Prerrománico en España

Como se ha indicado, el desarrollo de la arquitectura prerrománica en España, curiosamente, sigue otros derroteros comparándola con el resto de Europa. Ello es debido a que, aunque a la caída del imperio la península fue ocupada también por sucesivos pueblos bárbaros, con el asentamiento finalmente de los visigodos, en el 711 tuvo lugar la invasión musulmana que se mantuvo ocho siglos hasta la expulsión total por los Reyes Católicos en 1492. Esta circunstancia hace que el estudio de la arquitectura durante toda la Edad Media, prerrománico, románico y gótico, presente unas características especiales. Atendiendo al periodo prerrománico que nos ocupa, hasta el año 1000 aproximadamente, podemos distinguir tres periodos:

-Prerrománico visigodo.- Que comprende hasta la invasión musulmana.   
-Prerrománico asturiano.- A partir de la invasión y en la zona de Asturias. 
-Prerrománico mozárabe.- Arquitectura cristiana en zona de ocupación musulmana y en zonas reconquistadas.

Es muy corriente, a nivel popular, interpretar como románicas muchas de las pequeñas y encantadoras iglesias populares que se distribuyen por los pueblos, sobre todo en el norte de España, cuando en realidad pertenecen al periodo anterior prerrománico. Sirva la clasificación que se detalla a continuación como ayuda para su diferenciación y clasificación. 



ARQUITECTURA VISIGODA.-

Aunque al principio los pueblos bárbaros no profesaban la fe cristiana, poco a poco la fueron incorporando a través de los territorios romanos conquistados que, no lo olvidemos, ya se habían convertido al cristianismo desde Constantino. En Hispania los visigodos, aunque pasando primero por el arrianismo, asumieron finalmente el cristianismo en época de Recaredo, 587 d.C. Aunque tenían de referencia las basílicas paleocristianas –ver el capítulo 5 de esta serie- no disponían en absoluto de los conocimientos ni la tecnología romana para su construcción. Así pues sus iglesias, de las que se conservan unas pocas, aun manteniendo un esquema básico de basílica, eran de dimensiones muy modestas, aprovechando las columnas y capiteles de las ruinas romanas, o realizando toscas imitaciones de los mismos. Lo más característico de su construcción es la utilización del arco de herradura, obtenido partiendo de un arco de medio punto pero con su centro desplazado hacia abajo. Su origen es incierto pero conviene recordar que ya fue utilizado en otras arquitecturas anteriores en Asia Menor, norte de África, Rávena, etc.





Al principio, por los restos encontrados, se puede deducir que los primeros templos incorporan brazos de crucero de planta de cruz griega (cuatro brazos iguales), decantándose posteriormente por tres naves con ábsides rectangulares y arcos de herradura sobre columnas. Aunque de tecnología modesta, con cubiertas de madera, lo angosto de sus dimensiones y su poca iluminación ofrecen al visitante una sensación de recogimiento dentro de una unidad espacial. A destacar la importancia de los elementos decorativos donde se puede apreciar lo más característico y personal de la arquitectura visigoda.

Plantas de iglesias visigodas con ábsides cuadrados




Ermita de Santa María de Quintanilla, (Burgos). Arco de herradura con elementos decorativos y vista exterior.




San Juan de Baños. Venta de Baños (Palencia). Siglo VII. Considerada por algunos la iglesia existente más antigua de España. A lo largo de los siglos sufrió modificaciones, como la supresión de las dos naves laterales. La espadaña-campanario es un añadido muy posterior como en la mayoría de las pequeñas iglesias medievales.

San Pedro de la Nave. (Zamora). Siglos VII-VIII.

ARQUITECTURA ASTURIANA.-

El norte de la península, con la protección de la cordillera cantábrica, fue el menos afectado por la invasión musulmana. Ello hizo que, desde Asturias se organizara lo que después se denominó la Reconquista. Aunque no se puede afirmar con precisión, al parecer esa zona de la península debió contactar con la Europa carolingia de la época y de resultas de ello se derivó una arquitectura que, asumiendo cierto paralelismo con la que se producía en el imperio carolingio, adquirió una fuerte personalidad con unas características de originalidad y esbeltez que, en mi modesta opinión, y a pesar de su focalización muy concreta en el área asturiano, supone una de las más importantes aportaciones arquitectónicas europeas de la Alta Edad Media.
En estos ejemplos podemos apreciar como, a pesar de sus modestas dimensiones, su personalísima tipología, fuera de los cánones de la época; la acentuada esbeltez –preponderancia de las dimensiones en altura sobre las de la base-; las relaciones entre huecos y macizados en fachadas; etc., hacen que estas edificaciones se incluyan dentro de un paréntesis especial al margen de sus construcciones coetáneas.
Éstas se podrían considerar sus características principales:

  • Utilización de la bóveda de cañón con contrafuertes, adelantándose al sistema constructivo fundamental en el románico posterior.
  • Sustitución del arco de herradura del periodo visigodo anterior por el de medio punto y el peraltado.
  • Incorporación de arquerías ciegas en las fachadas.(Muro compuesto).
  • Sustitución de los muros visigodos de sillería por muros de sillarejo (sillares tóscamente labrados) y mampostería, sin menosprecio del acabado final de las fachadas. 






Santa María de Naranco. Lillo (Asturias). La máxima representación del arte asturiano.  Siglo IX. Inicialmente construido como palacio de fiestas y posteriormente convertido en iglesia. La esbeltez como soberbia elegancia
Santa María de Naranco. Detalle del interior de la planta superior.

Santa María de Naranco. Plantas alzado y sección.

Santa María de Naranjo. Detalle de los arcos fajones que conforman la bóveda de cañón y sus contrafuertes de apoyo. Un adelanto de lo que después sería el románico.




Santa María de Lillo. (Asturias). Planta y vistas exterior e interior. Se puede apreciar la influencia de la arquitectura centroeuropea en la configuración de una especie de westwerk en la fachada frontal.


Santa Cristina de Lena. (Asturias). Vistas exterior e interior.



San Salvador de Valdediós. (Asturias). Planta y vistas exterior e interior. 

ARQUITECTURA MOZÁRABE.-

En la península se suelen confundir frecuentemente con pequeñas iglesias románicas pero realmente son sus precursoras más directas, y tienen rasgos que las diferencian claramente. En la España dominada, salvo excepciones, los árabes, con restricciones, permitieron el culto cristiano. Pero las iglesias que se ejecutaron, aislados como estaban del resto de Europa, participaron de la influencia tanto de arquitecturas pasadas, como restos de la romana y la visigoda, como de la arquitectura islámica que les rodeaba incorporando elementos como el arco de herradura –ya utilizado en el periodo visigodo, aunque en esta ocasión es más acentuado-; columnas aprovechando antiguos capiteles corintios o visigodos; bóvedas de nervios no cruzados en el centro o gallonadas, de influencia islámica; aleros sobre modillones; etc. Las plantas, sin embargo, no responden a una tipología característica y, aunque parten del tipo basilical, presentan formas heterogéneas, aunque bastantes de ellas disponen de ábsides semicirculares interiores pero con forma cuadrada por el exterior.

Aunque, como ha quedado dicho, su origen se desarrolla en las zonas musulmanas -de las que no quedan apenas unas ruinas-  posteriormente siguió desarrollándose en las iglesias construidas en las zonas conquistadas, a las que corresponden estos ejemplos.


El arco mozárabe de herradura participó de la influencia del visigodo y del islámico.
En algunos casos los arcos de herradura mozárabe incorporan el alfiz islámico (recuadro del arco) 


San Miguel de Escalada. (León)





San Cebrián de Mazote (Valladolid)






San Baudelio de Berlanga. (Soria). Planta, sección, perspectiva, vista exterior, muy restaurado, e interior con resto de las escasas manifestaciones pictóricas que nos han llegado del arte mozárabe.


Santa María de Lebeña. (Cantabria). Con frecuencia considerada erróneamente como románica.


Santa María de Lebeña.  Alero sobre modillones decorados.

Santa María de Lebeña. (Cantabria) Vista interior. El juego de cúpulas demuestra la intervención de un magister operis -el arquitecto de la época- con dominio de una exquisita técnica 
Dejamos aquí este paseo por los más de 500 años que antecedieron a la aparición de la arquitectura románica. Como es habitual en todos mis capítulos se hace hincapié que en ellos no se trata de profundizar en absoluto en los periodos arquitectónicos que se describen, sino que van encaminados a ayudar a comprender mejor y disfrutar de la visitas que a ellos se puedan efectuar, a la vez que provocar un interés en profundizar en conocimientos sobre el tema por medio de la lectura o del acceso a la multitud de información existente hoy en día en la red. 

Madrid, diciembre de 2016

Fuentes:Historia del arte. (Juan Antonio Ramírez y otros); Historia del arte. El mundo antiguo. (Diego Angulo Íñiguez); Historia antigua universal; (Pilar Fernández Uriel); Ilustraciones de diversas webs.


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Comentarios

El Club de la Tertulia ha dicho que…
Estimado Pedro, me parece muy interesante su blog. ¿Le gustaría que le hiciéramos una entrevista en un programa de Radio María sobre estos temas?

En tal caso, escríbame a encuerpoyalma@movistar.es

Un saludo

Luis

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